La aprehensión que creyeron secuestro; el indebido proceso de Carlos



Por Alma Ríos


-Tía córrale que a su hijo se lo llevan unos ministeriales- apenas escuchó eso, María Luisa Montoya salió de su casa para buscar a Carlos Alberto Estrada Montoya, quien minutos antes, fue detenido mientras compraba unas quesadillas en Santiago Miltepec, una colonia popular de Toluca.


Carlos, de 22 años de edad, fue detenido el 18 de diciembre del 2017, sin que se le presentara una orden de aprehensión, tampoco se le leyeron sus derechos ni se le permitió una llamada telefónica y no se le informó de qué delito se le acusaba hasta después de que lo ingresaron a los juzgados de Almoloya de Juárez, tal como él se quejó en una de las audiencias del juicio oral.

"Se me hace injusto, aquí me vine a enterar, de todos modos, hasta aquí me vine a enterar por qué delito estaba y nunca me quisieron decir", reprochó.


“En el trayecto, desde que lo detienen, nunca le dicen porque lo detenían, nunca se le permitió una llamada telefónica, hasta que lo ingresan, le avientan unas hojas y ahí decía: por homicidio”, recuerda la madre.

Tras la aprehensión, sus padres lo buscaron en los diferentes Ministerios Públicos del Valle de Toluca sin localizarlo en ninguno; y al no poder comunicarse con él, procedieron a presentar una denuncia por privación ilegal de la libertad ante la Fiscalía General de Justicia del Estado de México.


Carpeta de investigación, por privación ilegal de la libertad.

Tras varias horas de búsqueda, al día siguiente, María Luisa  pasó a preguntar a los juzgados de Almoloya de Juárez. Allí  le informaron que su hijo se encontraba en el lugar y que en esos momentos ya estaba en la primera audiencia.


Carlos Alberto, un padre de familia que se ganaba la vida como albañil,  fue acusado de homicidio calificado con ventaja, luego de que uno de sus vecinos falleció tras ser herido con arma blanca en una calle de Santiago Miltepec, durante la noche del 23 de septiembre del 2017.

Lo acusaban los cuñados del occiso. Como testigos directos señalaron que el día de los hechos, uno de ellos y la víctima  tomaban caguamas en la vía pública, cuando el justiciable se acercó y les pidió una cerveza, pero se la negaron, se fue, y minutos después regresó para cometer el crimen.


Durante el juicio, uno de los cuñados ventiló que los agentes del Ministerio Público fueron quienes les dieron a conocer el nombre del acusado.



Uno de los defensores de oficio que tuvo Carlos, le pidió que se declarara culpable para que disminuyera la pena, pero él no accedió, al saberse inocente.

Tras un proceso que duró sólo ocho meses, Estrada Montoya fue sentenciado a 47 años de prisión, a pesar de que el representante social de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México nunca presentó el arma, objeto o superficie para corroborar las huellas, ni tampoco alguna videograbación para comprobar la participación del acusado. El único medio de prueba fue el testimonio de los dos cuñados.


Irregularidades conforme a lo que marca la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el Código Nacional de Procedimientos Penales y la Convención Americana sobre Derechos Humanos.


Los ministeriales que lo detienen no presentaron orden de aprehensión

Los ministeriales que lo detienen no le informaron el motivo de la detención

Los ministeriales que lo detuvieron no le leyeron sus derechos

Estuvo  incomunicado /no le respetaron el derecho de hacer una llamada telefónica

El ministerio público nunca presentó el arma

No se demostró que estuvo en el lugar de los hechos

El Ministerio Público dio el nombre de Carlos a quienes lo acusaban


Esta historia se basa en videos de las audiencias del juicio oral, documentos y testimonios de familiares.


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